La ley Volstead: La prohibición que marco la historia. Reportaje

Historia

La ley Volstead: La prohibición que marco la historia

En 1920, el gobierno de Estados unidos implemento la ley Volstead, una medida drástica que prohibía la manufactura, la venta y el transporte de bebidas alcohólicas

Rodrigo Alfaro / Guadalajara. Jalisco / 22 de mayo de 2023

En diversos momentos de la historia, se han implementado diversas políticas con el objetivo de controlar el consumo de diversas sustancias adictivas en determinadas regiones, estas prohibiciones han generado debates y controversias, ya que mientras algunos argumentan que ayuda a reducir los problemas relacionados con su consumo, pero, otros consideran que viola las libertades individuales, el mejor ejemplo es la Ley Volstead.

La Ley Volstead, también conocida como la Ley Seca, fue una medida histórica que marcó un período, esta ley consiste en la prohibición de la venta, producción y transporte de bebidas alcohólicas en los Estados Unidos. Promulgada el 28 de octubre de 1919, esta legislación tuvo un impacto significativo en la sociedad estadounidense y dejó una huella duradera en la historia del país.


Trabajadores destruyendo licores durante la prohibición impuesta por la Ley Volstead.

Esta ley estuvo vigente en Estados Unidos entre 1920 y 1933 por medio de la Decimoctava Enmienda de la Constitución, el principal objetivo de la ley seca fue reducir los problemas sociales asociados con el consumo excesivo de alcohol, como la violencia, la delincuencia y los problemas de salud.

Para lograrlo, se establecieron diversas restricciones, como la prohibición para fabricar, vender o transportar alcohol. Además, de imponer multas y penas de cárcel para aquellos que violaran la ley.

El origen de la ley Volstead

La ley seca tiene su origen en la Inglaterra del siglo XVIII, donde se daban importantes problemas de alcoholismo. Los protestantes comenzaron a promover una mayor religiosidad, que debía ir acompañada de cambios en la vida cotidiana, entre ellos el rechazo al alcohol.

Grupos de fieles comenzaron a abstenerse de tomar este tipo de bebidas y pronto la iniciativa llegó a las colonias inglesas en Norteamérica. Se fue extendiendo así el “movimiento por la templanza”, en contra de consumir bebidas alcohólicas por sus efectos físicos y psicológicos.

Aunado a esto, en 1913 en Chicago, tuvo lugar un fuerte episodio de maltrato de un inmigrante italiano, en estado de ebriedad, hacia su esposa embarazada, que dio como resultado el nacimiento de un niño con mal formaciones.

La noticia se expandió y la benefactora Jane Austin recogió al niño, que había sido abandonado a su suerte, y lo llevó a Hull House, donde se recibía a niños abandonados. Muchas mujeres comenzaron a contar a la opinión pública que sus maridos llegaban borrachos el fin de semana o simplemente despilfarraban el sueldo en comprar licor, dejándolas en el más completo desamparo.

Asociación de mujeres opuestas a la venta y consumo de alcohol.

Por todos estos factores, el Movimiento por la Templanza obtuvo una mayor presencia y popularidad en Estados Unidos, logrando así la prohibición total a la fabricación y venta del alcohol, y finalmente una condena de todo lo relacionado con el alcohol, especialmente la industria que lo producía y lo vendía.

Con el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, los activistas del movimiento por la templanza aprovecharon la oportunidad para lograr un “mejoramiento moral” en el país, resaltando que gran parte de la cerveza consumida por los estadounidenses era producida por industrias alemanas, y afirmando que reducir el consumo de este licor sería una actividad patriótica.

Siendo así, en 1917, el Congreso aprobó la Enmienda XVIII que prohibía la venta, importación, exportación, fabricación y el transporte de bebidas alcohólicas en todo el territorio de Estados Unidos. En enero de 1919 la enmienda fue ratificada por 36 de los 48 estados de la Unión, siendo susceptible de imponerse como ley federal.

El comienzo de los problemas

Durante el comienzo de la década de 1920, si bien el consumo de licor se redujo en un 30 por ciento, así como los arrestos por embriaguez, y la Asociación de Cerveceros de los Estados Unidos admitió que el consumo de licor fuerte se redujo en un 50 por ciento durante la Prohibición.

Con el paso del tiempo, la gente comenzó a consumir alcohol de nueva cuenta, pero de manera ilegal, llegando a crearse más de 100.000 bares clandestinos en Estados Unidos, conocidos como speakeasies, donde se consumían bebidas alcohólicas, donde muchas eran de alta graduación o adulteradas, lo que llegó a provocar un problema de salud pública.

Speakeasies: establecimientos clandestinos en los que se vendía alcohol de manera ilegal durante la prohibición de 1920.

Además, se creó un mercado negro para el alcohol ilegal, lo que llevó al auge de bandas criminales y la corrupción policial, en este ambiente proliferaron figuras como Al Capone o Ton Dennison, que vieron un nicho de mercado que reportaba grandes beneficios.

Asimismo, la ley seca tuvo un impacto económico significativo, la industria del alcohol sufrió pérdidas, debido al cierre de numerosos establecimientos relacionados con la venta y distribución de bebidas alcohólicas, de esta forma, el gobierno estadounidense perdió ingresos fiscales que provenían de los impuestos sobre el alcohol.

Fue así y debido a estas consecuencias negativas que diversos sectores que apoyaron esta ley comenzaron a manifestarse en su contra, esto debido a que el consumo de alcohol no solo subsistió, sino que ahora continuaba de forma clandestina y bajo el control de las mafias.

En vez de resolver problemas sociales tales como la delincuencia, la ley seca había llevado el crimen organizado a sus niveles más elevados de actividad como nunca se había percibido en los Estados Unidos.

Alphonse Gabriel Capone, conocido como Al Capone, fue el gánster más famoso de EE. UU.

Antes de la prohibición, se estima que había 4000 reclusos en todas las prisiones federales, pero en 1932 había 26, 859 presidiarios, prueba de que la delincuencia había crecido gravemente, en vez de disminuir.

El grave aumento de la violencia delictiva en los Estados Unidos impulsó que a partir de 1930 la opinión pública culpara a la ley seca, y no al consumo de alcohol, como causante del aumento de la criminalidad.

Asimismo, el gobierno federal gastaba enormes cantidades de dinero tratando de forzar la obediencia a la ley seca, pero la corrupción de las autoridades locales y el rechazo de las masas a la Prohibición, demostrada por el hecho de que el consumo no disminuía, lo cual hacían más impopular sostener la ley Volstead.

El final de la ley Volstead

A medida que la década de 1920 avanzaba, el descontento con la Ley Volstead aumentó, las tensiones sociales y económicas se intensificaron, y la Gran Depresión de la década de 1930 agravó aún más la situación.

Muchos argumentaron que la legalización y regulación del alcohol podrían generar ingresos fiscales significativos y ayudar a revitalizar la economía, además, la percepción de que la prohibición estaba fracasando en su objetivo de reducir los problemas sociales asociados con el alcohol lo cual llevó a una creciente demanda de su anulación.

Marcha en contra de la Ley Volstead

En 1932, el Partido Demócrata incluyó en su discurso la intención de anular la ley seca, y Franklin Roosevelt prometía anularla en caso de ser electo como presidente, con tres cuartas partes de la población y con la opinión pública a su favor, en 1933 fue elegido como el 32.º presidente de los Estados Unidos.

El 21 de marzo de 1933, Roosevelt ya convertido en presidente cumplió su palabra, firmó el Acta Cullen-Harrison que legalizaba la venta de cerveza que tuviera hasta 3,2 % de alcohol y la venta de vino, siendo aplicable a partir del 7 de abril de ese mismo año, anulando así la ley Volstead. Meses después diversas convenciones estatales ratificaron la Enmienda XXI a la Constitución de Estados Unidos, que anulaba la Enmienda XVIII. La nueva enmienda fue ratificada el 5 de diciembre de 1933 por el Senado de los Estados Unidos.

Imagen de periódico anunciando la anulación de la Ley Volstead

Hoy en día, la Ley Volstead sigue siendo un hito en la historia de los Estados Unidos. Su legado se puede observar en la forma en que se abordan las políticas relacionadas con las drogas y otras sustancias, y cómo la sociedad considera el equilibrio entre la libertad individual y la regulación gubernamental.

Aunque la prohibición del alcohol fue un experimento fallido, sigue siendo un recordatorio de la importancia de considerar cuidadosamente las implicaciones y consecuencias de las políticas públicas.

La Gran Depresión fue una terrible crisis económica originada en los Estados Unidos luego del crac financiero de octubre de 1929 en Wall Street. Esta crisis se prolongó durante la década de 1930 provocando desempleo, pobreza, el quiebre de bancos e industrias y un malestar social generalizado.

El crac del 29 aconteció por la baja brusca y acelerada que sufrieron los precios de las acciones de las compañías en la bolsa de valores, la baja de precios se mantuvo por semanas, lo que desató el pánico entre empresarios e inversores. Lo que vino con esto fue una catástrofe económica en la que las empresas no contaron con dinero para invertir. Los obreros fueron despedidos y se quedaron sin salarios para vivir dignamente. Los bancos que habían prestado dinero no pudieron recuperarlo y muchos tuvieron que cerrar sus puertas.

Fue hasta 1932, cuando el presidente a Franklin D. Roosevelt creó un plan llamado el New Deal, para acabar con la inestabilidad. El plan fue aceptado por la población, pero sus resultados no sacaron a Norteamérica de las dificultades. Hubo que esperar hasta los tiempos de la Segunda Guerra Mundial para ver a la industria trabajar a plena capacidad una vez más.

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